Cuando los cabestros regresaban a pie
12 abril, 2015

Los mansos eran trasladados a pie hasta los Corrales del Gas
Una curiosidad que ya sólo recuerdan los aficionados más veteranos: antaño, cuando finalizaba el encierro, los cabestros que acompañaban a los toros en la carrera, regresaban a los Corrales del Gas por su propio pie.
La operación, impensable en tiempos modernos, no llevaba mas de media hora a los veteranos pastores del encierro. Unos a pie y alguno a caballo, se desplazaban desde la plaza por la bajada de labrit, la calle del Vergel y lo que hoy sería la calle río Arga, acompañados por el sonido de los cencerros.
El desplazamiento obligaba a cortar el tráfico de alguna de estas calles y ocasionaba algunos sustos entre conductores y turistas.
A principios de la década de los 70, un cabestro viejo, se desentendió del recorrido habitual y tras pasear por el parque de Media Luna, terminó en los jardines del Seminario de Pamplona donde pudo ser amarrado por los pastores que lo seguían.
El último desplazamiento a pie se realizó en 1972, efectuándose la operación desde ese momento con camiones adaptados para el transporte de ganado.

Traslado de los cabestros en 1965 (Zubieta y Retegui)