Feria del Toro

El cartel de 1987 es el más atípico y rompedor de todos los que componen la pinacoteca de la Casa de Misericordia. América Sánchez abandona el tradicional formato rectangular para apostar por una composición circular que evoca el redondel de la Plaza. Pese a su aparente novedad hay que señalar que el coso circular ya fue empleado como motivo en carteles taurinos del siglo XIX.

El torero queda identificado con la franja exterior dorada mientras que el toro lo hace en los trazos caligráficos negros, nerviosos y plenos de movimiento. El resultado es una obra muy simbolista, de gran fuerza gráfica y muy innovadora, concebida más como un logotipo que como un cartel.