Feria del Toro

El cartel de 1991 resulta de una gran violencia expresiva, característica estética de toda la producción pictótica de Gino Hollander. El cartel nos presenta a un toro negro de apariencia ancestral que emerge de una red de chorros de pintura negra. El toro se muestra doliente, con una herida en el lomo. El autor con esta imagen nos trasmite una enorme angustia existencial.

Para atemperar el carácter dramático de la obra se hizo uso de una faldilla de rojo festivo que ocupa buena parte del cartel. Como curiosidad cabe señalar que por primera vez el topónimo “Iruña” acompaña a “Pamplona” en la colección de carteles de la Feria del Toro.