Alcurrucén

Tradición, bravura y personalidad en el campo bravo

La ganadería Alcurrucén es uno de los pilares del toro bravo en España. Fundada a finales del siglo XX por la familia Lozano, esta casa ganadera ha construido una sólida reputación gracias a su exigente selección y al compromiso por preservar la esencia del toro encastado, noble y con fondo de bravura.

Origen y encaste

Los orígenes de Alcurrucén se remontan al año 1989, cuando los hermanos Lozano —figuras clave en el toreo y la ganadería— adquirieron una parte importante de la ganadería de Carlos Núñez. Desde entonces, han trabajado incansablemente para definir un tipo de toro muy reconocible, enraizado en el encaste Núñez, uno de los más valorados por su equilibrio entre clase, recorrido y temperamento.

El toro de Alcurrucén destaca por su morfología armónica, su seriedad en la cara y su comportamiento encastado, que exige a los toreros y emociona a los aficionados.

Filosofía de selección

En la finca «Navalmoral de la Mata», en la provincia de Toledo, se cría el toro de Alcurrucén bajo un riguroso criterio de selección. La familia Lozano ha sido fiel a una filosofía ganadera que prioriza el comportamiento en el caballo, la movilidad en la muleta y, sobre todo, la capacidad de embestir con profundidad.

Esta búsqueda constante del toro completo —bravo pero templado, fiero pero noble— ha llevado a Alcurrucén a consolidarse como una de las ganaderías predilectas en plazas como Madrid, Bilbao o Pamplona.

Presencia en ferias y premios

Los toros de Alcurrucén han sido protagonistas en las principales ferias taurinas del calendario. En plazas de primera categoría como Las Ventas, La Maestranza o La Misericordia, su comportamiento ha sido premiado con vueltas al ruedo, indultos y reconocimientos tanto a los astados como a la ganadería.

El nombre de Alcurrucén es garantía de espectáculo y seriedad, y su inclusión en los carteles más importantes es sinónimo de respeto por la afición y por la pureza de la tauromaquia.

Legado y futuro

Con más de tres décadas de historia, la ganadería Alcurrucén no solo ha consolidado un hierro de prestigio, sino que ha demostrado que la tradición puede convivir con la evolución. Su legado ganadero sigue creciendo, ahora también con nuevas generaciones al frente del proyecto, manteniendo intacto el respeto por el toro y por el campo.

Alcurrucén es, hoy por hoy, una referencia imprescindible para entender la evolución del toro bravo en el siglo XXI. Una ganadería que representa lo mejor del campo bravo español: pasión, esfuerzo, selección y autenticidad.