Borja Jiménez

El valor sereno de Sevilla

Borja Jiménez, nacido en Espartinas (Sevilla) en 1991, es un torero que representa la nueva escuela sevillana, donde la estética se une al compromiso con el toro. Forjado en la exigente cantera andaluza y con una formación sólida desde niño, ha sabido evolucionar con firmeza hasta convertirse en uno de los nombres propios del escalafón.

Destaca por su toreo sereno, su temple y su capacidad para emocionar desde la quietud y la firmeza, sin perder el gusto por la expresión artística y el clasicismo.

Alternativa en la Maestranza

La alternativa de Borja Jiménez tuvo lugar en la Real Maestranza de Sevilla, el 24 de septiembre de 2014, un marco de máximo prestigio y responsabilidad. El Juli fue su padrino y Alejandro Talavante actuó de testigo, en una tarde que ya anunciaba el potencial del joven sevillano.

A partir de ahí, su carrera se ha construido paso a paso, alternando grandes actuaciones con temporadas de menor presencia, pero sin perder nunca el norte ni la fe en su concepto del toreo.

Un concepto firme y depurado

Borja Jiménez se caracteriza por un toreo templado, muy puro de muñeca y con gran carga emocional. No necesita forzar gestos para conectar: lo hace desde la verdad, la serenidad y la entrega. Es un torero de los que no pasan inadvertidos cuando encuentran el toro que permite expresar su concepto.

Su actitud en la plaza es de compromiso total, con una seriedad que no está reñida con la elegancia, y una colocación perfecta que le permite trazar muletazos largos y ligados, con gran limpieza.

Madrid, punto de inflexión

El gran punto de inflexión en su carrera llegó en Las Ventas en 2023, cuando firmó una de las faenas más rotundas de la temporada y abrió la Puerta Grande con una actuación de torero hecho, maduro y dispuesto a pelear por un sitio entre los grandes.

Ese triunfo le devolvió al circuito de las ferias con fuerza, y ha sido clave para consolidar su nombre en carteles importantes, recuperando el sitio que por calidad y actitud le corresponde.

Un torero con futuro y poso

Borja Jiménez es un torero que transmite personalidad, temple y autenticidad. No busca caminos fáciles ni efectismos, sino que apuesta por la pureza del toreo, por el sitio y por la emoción contenida. Es de esos matadores que emocionan sin levantar la voz, con una tauromaquia que cala y permanece.

Con una carrera relanzada y una madurez taurina evidente, se espera mucho de él en las próximas temporadas, donde tiene todo para consolidarse como figura.