Miguel Ángel Perera
Poder, temple y compromiso con el toreo
Miguel Ángel Perera, nacido en Puebla del Prior (Badajoz) el 27 de noviembre de 1983, es uno de los toreros más importantes de las dos últimas décadas. Su concepto del toreo se basa en el poder, el dominio y la profundidad, con una personalidad firme y una gran regularidad que lo han convertido en referente para aficionados y profesionales.
Desde sus inicios demostró una determinación férrea y un valor inquebrantable, que lo catapultaron rápidamente al estatus de figura.
Alternativa y ascenso fulgurante
Perera tomó la alternativa el 23 de junio de 2004 en Badajoz, de manos de El Juli y con Matías Tejela como testigo, ante toros de Jandilla. Poco después, confirmó en Las Ventas el 26 de mayo de 2005, una plaza que marcaría su carrera y donde lograría grandes gestas.
Su evolución fue meteórica: a base de triunfos contundentes y faenas dominadoras, Miguel Ángel se convirtió en uno de los toreros más solicitados del escalafón, especialmente por su capacidad para cortar orejas en las plazas más importantes.
Un toreo de autoridad y entrega
El estilo de Perera se define por su gran técnica, colocación perfecta y un valor seco y sereno, que le permite torear muy cerca y llevar al toro cosido a la muleta. Es un maestro del temple, capaz de alargar las embestidas y firmar series ligadas y profundas que levantan al público de los asientos.
Su compromiso con el toro es total, y sus faenas se apoyan en una entrega absoluta, sin concesiones ni adornos innecesarios. Perera es un torero de fondo, de los que resuelven por poderío cuando otros no pueden.
Hitos memorables
Uno de los momentos más recordados de su carrera tuvo lugar en San Isidro 2008, cuando abrió la Puerta Grande de Las Ventas por partida doble en una misma feria, una hazaña al alcance de muy pocos. Ese año también logró cortar un rabo en Bilbao, firmando una temporada histórica.
Desde entonces, ha mantenido una presencia constante en las ferias más exigentes, como Sevilla, Madrid, Pamplona, Bilbao o Zaragoza, y ha lidiado con solvencia toros de todo tipo de ganaderías, demostrando su versatilidad y su categoría.
Profesional ejemplar
Además de su faceta como torero, Miguel Ángel Perera es respetado en el mundo del toro por su profesionalidad, sensatez y compromiso con la tauromaquia. Ha participado activamente en la defensa de la Fiesta, y su voz es escuchada con atención tanto por aficionados como por sus compañeros.
A día de hoy, sigue siendo un torero en plena vigencia, con capacidad para cortar trofeos en cualquier plaza del mundo y seguir escribiendo páginas brillantes en su trayectoria.