Paco Ureña
La verdad del toreo en estado puro
Paco Ureña, nacido en Lorca (Murcia) en 1982, es un torero que ha construido su carrera desde la verdad, el sacrificio y la fidelidad a un concepto clásico del toreo. Con una trayectoria de lucha constante y momentos cumbre en las principales ferias, Ureña representa la esencia más pura y honesta del toreo contemporáneo.
Su paso firme, sin atajos, le ha permitido conquistar a la afición más exigente, destacando por su temple, su quietud y una capacidad única para interpretar el toreo con hondura y sentimiento.
Una carrera forjada en silencio
Ureña tomó la alternativa en Murcia en 2006, pero su verdadero reconocimiento llegó varios años después, cuando comenzó a acumular actuaciones memorables en plazas como Madrid, Bilbao, Valencia o Sevilla. Sin el respaldo mediático que tuvieron otros toreros de su generación, fue ganándose el respeto del público a base de actuaciones sinceras, incluso heroicas.
Uno de los momentos más dramáticos de su carrera fue la grave cogida sufrida en Albacete en 2018, en la que perdió la visión de un ojo. Lejos de retirarse, regresó con más fuerza, protagonizando tardes históricas que lo consagraron como un torero de leyenda.
Estilo: clasicismo, temple y emoción
El toreo de Paco Ureña es un homenaje al clasicismo: muletazos largos, cargando la suerte, sin alardes vacíos. Transmite emoción desde la sobriedad, con una entrega absoluta y una sensibilidad especial que conecta con el tendido de forma natural y profunda.
Su toreo al natural ha sido definido por muchos como uno de los más puros de la última década, por su cadencia, profundidad y verdad. No necesita gestos grandilocuentes: su sinceridad en la plaza lo dice todo.
Una figura con alma de torero antiguo
Ureña ha conseguido ocupar un lugar de privilegio en el toreo moderno sin renunciar a sus principios. Es uno de los toreros más esperados en plazas importantes, y cada tarde suya se vive como un acontecimiento especial. Es un referente para los jóvenes por su profesionalidad, su ética y su forma de entender la tauromaquia.
Sin grandes campañas publicitarias, ha logrado lo más difícil: ser figura desde la autenticidad. Su historia es la del esfuerzo, el amor por el toro y la fidelidad a una forma de torear que respeta la liturgia, el arte y el dolor que conlleva la profesión.