El Tajo

La bravura medida de Joselito

La ganadería El Tajo es uno de los proyectos personales del mítico torero José Miguel Arroyo “Joselito”, que decidió volcar su experiencia y concepto del toreo en la crianza de un toro que respondiera a su ideal de bravura: serio, con fondo y verdad.

Ubicada en el corazón de Extremadura, esta ganadería se ha ido consolidando como una referencia para los aficionados que buscan la autenticidad del toro bravo, con personalidad y exigencia.

Origen y encaste

El Tajo fue fundada en el año 2000 por Joselito, quien compró vacas y sementales de procedencia Domecq, concretamente del hierro de El Ventorrillo, con el que compartía filosofía ganadera en su primera etapa.

Los toros pastan en la finca “Puerto Frontino”, en Trujillo (Cáceres), un enclave ganadero de extraordinarias condiciones naturales para la crianza del toro de lidia. Allí, Joselito lleva a cabo una selección rigurosa, con el objetivo de conservar las cualidades de bravura, movilidad y entrega que definen a su ganadería.

Un toro con seriedad, motor y transmisión

El toro de El Tajo suele presentar una morfología seria, armónica y bien armada, con expresión desafiante y trapío notable. Su comportamiento en el ruedo es de embestida franca pero exigente, premiando al torero que sabe domeñarlo y lucirse sin ventajas.

Su principal seña de identidad es la regularidad en la bravura, manteniéndose con motor a lo largo de toda la lidia, lo que permite faenas de mérito y emoción. No es un toro fácil, pero cuando se entrega, ofrece momentos de gran intensidad y pureza.

Un hierro para plazas de verdad

El Tajo ha lidiado en plazas como Madrid, Pamplona, Zaragoza, Gijón o Salamanca, así como en ferias de prestigio como las de Vic-Fezensac o Cenicientos, donde su concepto de toro ha calado hondo entre los aficionados más exigentes.

Su comportamiento ha sido reconocido en varias ocasiones con premios al toro más completo o menciones a la seriedad del encierro, lo que refuerza su presencia en ciclos donde la exigencia del público es máxima.

Un proyecto fiel a un concepto

Bajo la dirección de Joselito, El Tajo no busca adaptarse a modas, sino permanecer fiel a la idea del toro con integridad, sin perder movilidad ni nobleza. A pesar de no lidiar un gran número de festejos al año, cada corrida es cuidada al detalle, con el objetivo de ofrecer un espectáculo serio y de verdad.

El Tajo es una ganadería que aporta personalidad, fondo y emoción al panorama actual, y que sigue construyendo su prestigio paso a paso, como su fundador lidió: con verdad, pureza y ambición.