Jandilla
Bravura, emoción y pureza en los ruedos
La ganadería Jandilla es sinónimo de casta, movilidad y emoción. Fundada en 1930, pero reformulada radicalmente en los años 80 por Borja Domecq Solís, ha sido una de las casas ganaderas que más han influido en la tauromaquia del último medio siglo. Sus toros, encastados pero con nobleza, son protagonistas de las faenas más vibrantes y de los desafíos más emocionantes para el torero.
Con su estilo inconfundible, Jandilla ha generado una línea dentro del encaste Domecq que ha dado lugar a muchas otras ganaderías y que sigue vigente en todas las ferias importantes.
Origen y encaste
La ganadería tiene su base en el encaste Domecq, a partir de reses de Juan Pedro Domecq que Borja Domecq adquirió para configurar su propio concepto de bravura. A lo largo de las décadas, el trabajo de selección ha sido constante, buscando un toro con movilidad, prontitud, fijeza y transmisión.
La finca “Jandilla”, situada en Vejer de la Frontera (Cádiz), es el núcleo desde donde se ha proyectado este hierro legendario, hoy bajo la dirección de su hijo, Borja Domecq Noguera, tras el fallecimiento de su padre en 2020.
Personalidad y toros con chispa
Los toros de Jandilla tienen una personalidad muy marcada: son animales con alegría en los primeros tercios, que suelen embestir con viveza y acometividad, lo que genera emoción en los tendidos y exige compromiso a los toreros. Suelen tener un comportamiento encastado, pero con un punto de clase que permite la ligazón cuando se les lleva bien.
Este estilo de toro ha sido fundamental para el desarrollo del toreo moderno y ha sido muy cotizado por figuras como El Juli, Manzanares, Castella, Roca Rey, Talavante, Ferrera o Miguel Ángel Perera, entre muchos otros.
Presencia en las grandes ferias
Jandilla está presente cada año en Madrid, Pamplona, Bilbao, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Dax, Bayona o Nimes, entre otras plazas de responsabilidad. En todas ellas, sus toros son garantía de emoción y posibilidades para la faena grande.
Ha protagonizado momentos memorables como el indulto de “Zapatito” en Nimes o la histórica faena de Talavante en Madrid, y sus animales han sido premiados como los mejores del ciclo en varias ferias de prestigio.
Ganadería madre del toreo actual
Jandilla no solo ha brillado por su producción directa, sino por haber sido la base genética de numerosas ganaderías actuales, como Fuente Ymbro, El Pilar, Victoriano del Río o Garcigrande. Su legado está presente en muchísimos hierros que han definido el toro del siglo XXI.
La filosofía de Jandilla se mantiene firme: buscar la bravura con chispa, el toro que embista con emoción, que transmita y que haga rugir los tendidos. Ese es el toro que buscan criar, año tras año, con una selección exigente y una identidad bien definida.
Jandilla es mucho más que un hierro histórico: es un pilar esencial de la tauromaquia moderna, un símbolo de bravura viva y un referente para todo aquel que entienda la emoción como parte indispensable del toreo.