El Juli

El maestro que hizo historia desde niño

Julián López Escobar, conocido como El Juli, nació en Madrid el 3 de octubre de 1982, pero su historia con los toros comenzó desde niño en San Blas y tomó impulso en México, donde, con apenas 14 años, deslumbró como novillero sin caballos y se convirtió en un fenómeno precoz.

Su evolución fue meteórica. Tras una brillante etapa como novillero en ambos continentes, tomó la alternativa en Nimes (Francia) el 18 de septiembre de 1998, con José María Manzanares (padre) como padrino y José Ortega Cano de testigo, con toros de Daniel Ruiz. Con tan solo 15 años, ya apuntaba a ser una figura histórica.

Precocidad y dominio absoluto

El Juli revolucionó el toreo desde sus inicios. Su capacidad técnica, colocación perfecta y autoridad frente al toro le permitieron asumir el mando del escalafón desde muy joven. En el año 2000 ya era el líder indiscutible de la temporada, toreando más corridas que nadie y cortando orejas con una regularidad asombrosa.

Plazas como Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao o México fueron testigo de tardes memorables y de una carrera construida con solidez y ambición. Supo ganarse el respeto de la afición por su constancia, preparación y profundo conocimiento del toro.

Evolución hacia la madurez artística

Aunque su dominio técnico siempre ha sido su sello, El Juli también ha evolucionado hacia un toreo más expresivo, profundo y maduro. En su segunda etapa, se le ha visto más reposado, más artista, sin perder nunca ese sentido de la responsabilidad que lo ha definido siempre.

También ha sido un referente en la defensa del profesionalismo del torero y en la exigencia con la integridad del espectáculo, tanto en lo taurino como en lo empresarial.

Una leyenda del toreo moderno

Con más de 25 años de alternativa y cientos de triunfos a sus espaldas, El Juli se ha consolidado como una leyenda viva del toreo. Ha sido referente para generaciones posteriores y sigue siendo un ejemplo de entrega, preparación y amor por la profesión.

Su retirada de los ruedos en 2023 fue anunciada como una pausa, y dejó una huella imborrable en el toreo contemporáneo. A pesar de los años, sigue siendo un nombre imprescindible para entender la tauromaquia del siglo XXI.