El Parralejo
Juventud con sello de bravura
El Parralejo es un ejemplo de cómo el trabajo serio y bien dirigido puede colocar en primera línea a una ganadería joven. Fundada en 2007 por el empresario ganadero José Moya Sanabria, en pocos años ha logrado ganarse el respeto de los profesionales y del aficionado, gracias a una camada de toros bravos, serios y con fondo.
Desde su finca en la sierra de Huelva, esta ganadería ha sabido combinar el legado genético del encaste Domecq con una filosofía de exigencia y calidad que la convierte en una de las más prometedoras del panorama actual.
Origen y encaste
La ganadería se forma con vacas y sementales procedentes de Jandilla y El Torero, ambos de encaste Domecq, lo que garantiza la base genética de nobleza, clase y movilidad. Con esta materia prima, El Parralejo ha trabajado en la búsqueda de un toro que emocione, que transmita, pero que no regale nada.
El resultado: un toro que repite, que exige, que transmite emoción al tendido y que permite a los toreros expresar su mejor versión cuando hay acople.
Una ganadería de futuro
En tan solo unos años, El Parralejo ha pasado de la novillada a la corrida con gran solvencia. Su debut con toros en la plaza de Sevilla en 2019 fue un éxito rotundo y confirmó que la casa estaba preparada para los grandes compromisos. La línea de selección es muy clara: embestidas humilladas, ritmo y un punto de exigencia que obligue al torero.
En sus corrales no se busca el toro cómodo, sino el toro completo. Y eso lo han valorado los públicos de plazas tan exigentes como Sevilla, Madrid, Pamplona, Valencia o Zaragoza.
Presencia en ferias y respaldo de figuras
La ganadería ha lidiado con éxito en las principales plazas y ha sido solicitada por toreros como Roca Rey, Ginés Marín, Borja Jiménez, Juan Ortega o Pablo Aguado, que encuentran en sus toros ese punto de bravura medida y clase que permite la conexión con los tendidos.
Su comportamiento en la novillada de San Isidro, en varias ediciones, ha sido determinante para confirmar su proyección. En la Maestranza sevillana también ha dejado grandes sensaciones en el ciclo de San Miguel y en la Feria de Abril.
Compromiso con la pureza y el aficionado
El Parralejo es una ganadería que no especula. Sus camadas son reducidas y muy seleccionadas. El objetivo no es la cantidad, sino mantener la calidad y el prestigio alcanzado en tan corto tiempo. La afición reconoce ese esfuerzo, y los triunfos avalan una filosofía ganadera basada en la seriedad y el respeto a la lidia.
Desde su finca onubense, “El Parralejo”, se sigue trabajando con visión de futuro, pero con los pies firmes en la tierra del toro bravo.
El nombre de El Parralejo ya no es una promesa: es una realidad consolidada y en constante evolución. Una de las grandes revelaciones de los últimos tiempos que ha llegado para quedarse.