Juan del Álamo
El clasicismo de un torero con sello de pureza
Juan del Álamo, nacido en Ciudad Rodrigo (Salamanca) el 2 de octubre de 1991, es uno de los toreros que más expectación generó desde su etapa como novillero. Su concepto del toreo clásico, de muleta templada y naturalidad, unido a una firmeza serena en la cara del toro, lo situaron pronto entre los jóvenes con mayor proyección del escalafón.
Apoyado por su tierra y por una afición que supo ver en él un torero de calidad, dio el salto a los grandes escenarios con una gran preparación técnica y un estilo que bebe de la mejor escuela salmantina.
Una alternativa soñada en Las Ventas
La alternativa de Juan del Álamo tuvo lugar el 26 de junio de 2011 en Madrid, plaza que ha marcado buena parte de su trayectoria. Fue El Juli quien actuó como padrino, con Manzanares como testigo, lidiando toros de El Puerto de San Lorenzo. Un cartel de máxima categoría para un torero que llegaba con hambre y argumentos sólidos.
Pocos años después, en la Feria de San Isidro de 2017, firmó una de las faenas más completas de su carrera, abriendo la Puerta Grande de Las Ventas tras una tarde rotunda que le dio el impulso definitivo.
Técnica, expresión y profundidad
Juan del Álamo ha sabido construir su toreo sobre la base de la templanza, la colocación y la ligazón. Es un torero de trazo largo, que no busca el efectismo sino la pureza del toreo fundamental, algo que lo ha hecho conectar especialmente con públicos exigentes.
Ha brillado en plazas como Bilbao, Pamplona, Valencia o Zaragoza, y también ha sido bien recibido en el sur de Francia, donde su sinceridad y expresión encuentran eco en los tendidos.
Una carrera que busca consolidarse
Aunque su presencia en los grandes carteles ha sido intermitente en los últimos años, Juan del Álamo sigue contando con el respeto del aficionado, que reconoce su valor, su clase y su capacidad de emocionar con un toreo sin aspavientos. Es un nombre que continúa muy presente en la conversación taurina, con la madurez necesaria para relanzar su trayectoria.
Su paso por plazas de responsabilidad y sus triunfos en escenarios clave avalan un camino sólido y honesto, con el sabor de los toreros que dejan poso.