Rubén Pinar
Valor, técnica y firmeza desde la tierra manchega
Rubén Pinar López, nacido en Albacete el 7 de agosto de 1990, es un torero de raza que representa el clasicismo serio del toreo castellano. Formado en la Escuela Taurina de Albacete, destacó desde sus inicios por su valor sereno, su temple y su conocimiento del toro.
Desde novillero mostró una gran proyección, especialmente por su disposición frente a ganaderías duras. Este rasgo marcaría también su camino como matador, donde ha forjado su nombre toreando corridas exigentes y dando la cara en ferias de peso.
Alternativa en una plaza de categoría
Rubén Pinar tomó la alternativa en Nimes el 7 de junio de 2008, de manos de Enrique Ponce y con Julián López «El Juli» como testigo, ante toros de Juan Pedro Domecq. Desde entonces, su carrera ha estado definida por la regularidad, el compromiso y una evolución sólida en el toreo.
Su confirmación en Las Ventas llegó el 6 de junio de 2010, con toros de Alcurrucén y con El Fundi como padrino. Desde entonces, ha pisado en numerosas ocasiones la arena venteña, demostrando siempre solvencia y firmeza.
Dominio de los encastes y fidelidad a su concepto
Pinar es un torero que no le teme a ningún hierro ni a ningún tipo de toro. Ha firmado actuaciones importantes frente a ganaderías como Miura, Adolfo Martín, Victorino Martín o Baltasar Ibán, destacando su inteligencia y capacidad de adaptación.
Con un estilo sobrio, técnico y serio, sabe extraer lo mejor de cada animal y conectar con los tendidos desde la verdad y la entrega. Sin estridencias, sin alardes vacíos, Rubén Pinar representa el torero profesional que no falla, que cumple y que dignifica la profesión cada tarde.
Un nombre siempre respetado
Aunque alejado del circuito mediático o de las grandes figuras, Rubén Pinar se ha ganado el respeto por méritos propios. Cada temporada acumula compromisos importantes y mantiene una afición fiel que valora su forma de entender la tauromaquia.
En ferias como Albacete, Madrid, Pamplona, Santander o Zaragoza, su nombre suele figurar en carteles con ganaderías de prestigio y exigencia. Su evolución constante lo mantiene vigente y como una opción sólida para cualquier empresa que apueste por la seriedad.